Fuerza
A ella le gustaba gozar con algo de dolor.
Suponía que no siempre había sido así, pero él sólo la conoció con aquella vertiente ya despierta en su interior.
Y no le desagradaba en absoluto, aunque había cosas que NO estaba dispuesto a hacer. De eso se encargaba Lucius, que por lo que sabía.. Disfrutaba enormemente con ello.
Dejó con cuidado la ropa sobre el sillón, quedándose con sus pantalones, y se acercó a Narcissa, que ya había dejado caer su cabello, largo, sedoso y albino como hebras de lágrimas de sol, tapando sólo con él su cuerpo, aún esbelto y terso, que tentaba incesantemente.
La cogió del brazo, y la llevó contra sí, para besarla una única vez, y tirarla al suelo, tal como a ella le gustaba.
Gemía, temblaba, y sus ojos le miraban como un cachorrito desamparado.. Y le excitaba enormemente, tanto o más que a ella.
Le obligó a desabrocharle los cierres del pantalón, aunque rió cuando ella tironeaba de ellos con fuerza, como queriendo arrancarlos de cuajo.
Con el último cierre, dejó al descubierto su miembro, que ella cogió con ansias y deleite, y sin decir nada, la penetró violentamente, con fuerza, escudriñando su mirada en la que cruzó una mezcla de dolor y placer, mientras su cuerpo se curvaba hacia él.
Boqueó su nombre, sin hálito ni voz, y Snape sonrió, complacido….
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