lunes, 27 de febrero de 2012

Sudor

Sudor

Adoraba el momento en que sus cuerpos estaban tan calientes, que el sudor les cubría, reflejo del intenso combate carnal que tenían en aquél momento.

Y era entonces cuando se deleitaba en lamer su piel, su pecho, su cuello, y jugar con su espalda, arañarla, mientras dejaba escapar suspiros y gimoteaba por el placer que experimentaba en su interior.

A Lucius, en cambio, le desagradaba. No sabía cómo pretendía tener sexo si ni siquiera le gustaba ensuciarse…. ¿Acaso no valía la pena? Ella por lo menos creía que sí.

Y al principio fue molesto, porque a pesar de que conseguía de Lucius lo que necesitaba.. No era muy usual, ni se entretenía en darle todo el placer que deseaba y podía tener.

Por fortuna, contaba con un buen amigo, al que no le importaba pasar segundos, minutos y horas con ella, disfrutando de las carnes tanto como ella.

Era extraño, porque Lucius seguía en sus trece… y prefería andar en el salón tomando un extraño y amargo té mientras leía cualquier libro de magia oscura, a estar con ella… y dejarla a solas con aquél hombre que, por lo menos, sabía cómo complacerla.

- Olvídalo.. - se recriminó, al tiempo que se acercaba al cuello del hombre que la poseía, para mordisquear suavemente.

- ¿Otra vez piensas en él?… Déjale… - habló entre gruñidos, moviendo aún más rápido la cadera, para hacer que la mujer gritara de árdor.

- Yo soy lo que necesitabas.. ¿No lo ves? ¿Hmmm…? - y le dio un largo y húmedo beso, sin rebajar el ritmo que pulsaba su cuerpo.

- Oh.. Sí…. ¡¡Sí!! Snaaapeeee… - gimió, dejandose llevar en aquella espiral de ansia y placer….

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